La ubicación de Polonia da a su gastronomía algo muy peculiar. Tiene tendencias de todos los países que lo rodean. En esta ocasión os explico como elaborar una receta contra la resaca, si, como lo leéis, contra la resaca. Lo mejor de todo es que funciona.
Estos días he tenido la oportunidad de que mi prima polaca, Kinga, me prepare y explique esta receta, exquisita y sencilla. Ya el color rojo sangre nos permite unos contrastes estupendos con el blanco del yogur (griego) y el verde del eneldo o la albahaca (muy propio de la cocina italiana).
Ingredientes para 4 personas:
1/2 cebolla
200 g (1 bote) remolachas en vinagre
1 cucharada del vinagre de las remolachas
1 yogur griego
1 huevo cocido
4 vasos de caldo de verduras
Pimienta negra molida
Sal
Preparación:
Corta las cebollas en juliana y ponlas en una cazuela con el caldo. Llévalas a ebullición, bajar a fuego medio y cocer durante 15 minutos. Si tuvieras remolachas frescas, las pones en rodajas junto con la cebolla y lo cueces todo junto, al final le añades una cucharada de vinagre, el resultado es mejor.
Pela y corta el huevo cocido en rodajas, añádelo al guiso, salpimenta y retira del fuego. Emplata y pon un poco de yogur en el centro de cada plato. Espolvorea de eneldo y sirve frío o caliente. Se le pueden añadir unos tropezones de zanahorias cocidas al tiempo de la cebolla, incluso algo de apio.
Lo tradicional es preparar varios días antes esta sopa, con remolacha fresca y sin vinagre, dejarla a temperatura ambiente, de forma que comenzará a fermentar consiguiendo una acidez natural.
Os aseguro que después de un día de vodka te quedas como nuevo. Así que estas fiestas supongo que esta receta os vendrá bien.
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