Aceite al ajo

El aceite tiene la ventaja de que puede absorber muchos aromas. En este caso lo presento con ajo. Es habitual encontrarlo ya hecho en los desayunos de las cafeterías, para aderezar las tostadas. Es una gran comodidad y muy sencillo de preparar.

Necesitarás un dosificador de salsas que encuentras en ferreterías y bazares. 5 o 6 dientes de ajo, que no necesitas pelar, pero si romperlos. Te recomiendo darles un golpe con la mano del mortero, o con el talon de tu mano (pero tendrás que lavarte :P).
Mete los ajos rotos en el dosificador salsero y llénalo hasta arriba de aceite. Cierra y deja macerar, por lo menos hasta el día siguiente. El aceite tiene que ser de buena calidad. Un aceite de oliva virgen extra, de Extremadura, por ejemplo.
Cuando se te vaya vaciando sólo tienes que rellenar de aceite. Esos dientes de ajo irán soltando esencia de ajo durante bastante tiempo. Cuando notes que pierde aroma, será el momento de renovarlos.

Comentarios