Dulce de manzana

A las manzanas se les achacan múltitud de beneficios: reducen el colesterol, las posibilidades de contraer un cancer, fortalecen la salud cardiovascular, regula el tránsito intestinal... ya dice el refranero "Comer una manzana al día mantendrá al médico en la lejanía". Este dicho es conocido en muchos países, los británicos dicen an apple a day keeps the doctor away.
Pero esta fuente de azúcares sanos, hidratos de carbono, fósforo y vitaminas de los grupos B y C, se puede presentar de muchas formas, ya sea directamente el delicioso fruto como en preparaciones de salsas para carnes o dulces y tartas.
En esta ocasión te explicaré como preparar un dulce de manzana con el aspecto de la carne de membrillo pero mas suave de sabor y con un toque exótico.

Ingredientes para 6 raciones:
500 gramos de carne de manzana golden sin piel ni pepitas (4 o 5 manzanas grandes)
250 gramos de azúcar blanca
1 cucharadita de canela en polvo
1/2 cucharadita de jengibre en polvo
1 sobre de gelatina neutra

Preparación:
En una cazuela corta en rodajas finas las manzanas limpias sin piel ni corazón, mézclalas con el azúcar y deja reposar por 20 minutos más o menos, removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo comprobarás que el azúcar se ha disuelto en parte. Enciende el fuego a potencia moderada (en una vitro con regulación de 9 sería un 5 o 6). Deja que cueza suavemente removiendo de vez en cuando con la cuchara de madera. En 25-30 minutos estarán tan tiernas que se desharán con facilidad y el azúcar estará completamente convertida en almíbar. Incorpora la canela y el jengibre. 
Con cuidado de no quemarte, que las quemaduras de azúcar son muy dolorosas, vierte todo en el vaso de la batidora y conviértelo en puré fino.
Vuelve a ponerlo en la cazuela, al fuego, y mezcla, con ayuda del batidor de varillas, el sobre de gelatina. Deja que cueza un par de minutos sin parar de remover. 
Vierte el resultado en unos moldes, preferiblemente de silicona, y deja que se atemperen. Cuando ya no estén calientes, mételos en el frigorífico un par de horas.
Desmolda sobre el plato y sírvelo solo o adornado con nata montada o sirope de fresa o chocolate.
Un postre económico pero resultón.


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