El diminuto huevo de codorniz tiene infinidad de posibilidades para el tapeo.
Hoy te propongo una brocheta con mucho colorido, adecuada para ofrecer unas tapas llamativas y fáciles de consumir.
La mayor dificultad la vas a encontrar en pelar el puñetero huevito, pero, con paciencia y cuidado, lo conseguirás.
Ingredientes para 12 brochetas:
12 huevos de codorniz frescos.
6 tomates cherry
12 aceitunas negras sin hueso (si te gustan verdes, pues verdes)
Queso fresco, feta, tofu... (eso lo dejo a tu gusto)
Harina
Pan rallado
1 huevo de gallina
Aceite para freír (de semillas alto oleico, por ejemplo)
Si quieres darle un toque picante, una guindilla verde de Ibarra cortada en 12 trozos.
Preparación:
Pon agua a calentar en un cacillo.
Cuando comience a cocer, mete los huevos de codorniz y deja que cuezan durante 4 o 5 minutos, no más.
Retíralos y mételos en agua fría.
Deja que enfríen un par de minutos.
Para pelarlos: Haz rodar el huevo sobre la tabla de corte, con la mano en plano, como si hicieras una bola de masa. Presionando ligeramente. La cáscara se irá rompiendo y con los dedos la podrás retirar casi de una vez.
Repite la operación con todos.
En una sartén pon a calentar aceite en suficiente cantidad para que cubra los huevos, o usa la freidora si tienes.
Bate el huevo de gallina en un bol y procede a la cadena de empanado.
Pon harina en un plato y en otro pon pan rallado.
El empanado será doble para que quede más crujiente, en este orden: harina, huevo, pan, huevo, pan.
Pasa los huevos de codorniz por harina, sumérjelos en huevo, escurre bien y reboza con pan.
Vuelve a pasar por el huevo y nuevamente por pan.
Cuando tengas empanados todos los huevos y el aceite esté ya bien caliente, comienza a freír.
Mete los huevos sin salpicar para que no te quemes y menéalos suavemente para que no se peguen al fondo de la sartén, que se doren por igual.
Los huevos están hechos en un minuto más o menos.
Sácalos y escurre el aceite en un papel absorbente o en una rejilla.
Sobre la tabla de cortar, prepara dados de queso fresco o lo que hayas elegido.
Corta la guindilla de Ibarra en tantas porciones como pintxos vayas a hacer, en este caso 12.
Corta los tomates cherry en mitades por su ecuador.
Ensarta en palillos en este orden: Queso, guindilla, huevo, aceituna, tomate. Procurando que el tomate quede en el extremo del palillo para que sirva de peana al pintxo.
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