El conejo tiene sus recetas tradicionales y sus innovaciones. A un paso intermedio están las recetas con aire tradicional pero nuevas. Aquí tienes un conejo sabroso, con aromas de ajo y pimentón y algunas hierbas como el tomillo y el romero que traen a la mente sabores de campo. Un plato que, aunque puede requerir algo más de tiempo, siempre puedes dejarlo hecho y recalentar. No necesariamente los platos laboriosos tienen que quedar para el fin de semana. Es más, como lleva salsa, te queda de maravilla en la fiambrera del trabajo siempre que dispongas de microondas donde calentarlo. Como las patatas no congelan bien, las puedes añadir fritas o cocidas en el último momento.
Ingredientes para 4 personas:
1 conejo de campo de 1 kg aproximadamente con sus menudillos
Para el marinado de adobo
2 cucharadas de pimentón de La Vera dulce
10 gramos de sal
200 ml de aceite de oliva virgen extra D.O. Gata-Hurdes
1 cebolla
6 dientes de ajo de Aceuchal
4 hojas de laurel seco
Agua c.s.
Para el guiso:
Aceite de oliva virgen extra c.s.
4 dientes de ajo de Aceuchal
Harina
1 ramita de romero fresco
1 ramita de tomillo limonero fresco
Agua c.s.
2 patatas
Preparación:
Si el conejo ya está limpio, separa los menudillos (riñones, hígadillo, pulmones y corazón), lávalos para eliminar restos de sangre y otros fluidos, elimina grasas blancas y reserva.
En la carnicería te pueden trocear el conejo, pero a mi no me gusta encontrarme trocitos de hueso partidos y el carnicero suele trocear con el hacha, así que lo hago yo en casa. Con ayuda del cuchillo de deshuesar y el cuchillo cebollero ve buscando las uniones de los huesos y separa patas traseras y delanteras, rebana la ventresca, separa la cabeza y córtala en dos mitades longitudinalmente. Parte con las manos la espina dorsal por tres o cuatro partes para trocear los lomos. Separa el costillar y córtalo a lo largo del espinazo.
Una vez que tienes todos los trozos de conejo, colócalos en un bol amplio o en una fuente y añade los ajos rotos y con su piel, la cebolla cortada en Juliana, el laurel troceado, el pimentón, la sal, el aceite y cubre de agua. Remueve con las manos todo para que se impregne bien la carne y se repartan los aderezos.
Deja que marine durante, al menos, 12 horas.
Pasado el tiempo de marinado, escurre los trozos de conejo y reserva el marinado.
Pon aceite cubriendo bien el fondo de la rustidera y calienta a fuego fuerte.
Pela los ajos, golpéalos para romperlos ligeramente y dóralos en el aceite sin que se quemen.
Resérvalos para la salsa.
Fríe en ese aceite los menudillos hasta que estén bien dorados y crujientes. Resérvalos también para la salsa.
Enharina los trozos de conejo y dóralos en ese aceite que ya tiene el aroma del ajo.
Mientras se doran, pasa el jugo del marinado con todos sus componentes, los ajos tostados y los menudillos al vaso de la batidora y muele lo más posible esa mezcla.
Cuando el conejo esté dorado por todas partes, vierte sobre él la salsa que has molido.
Agrega agua justo hasta cubrir someramente el conejo.
Espera a que rompa a cocer y baja el fuego a medio.
Tapa la rustidera y deja que cueza así durante 40 minutos, meneando cada 10 minutos más o menos para que la salsa vaya ligando bien.
En los últimos 15 minutos, añade las patatas peladas y troceadas en dados. También puedes freírlas o cocerlas aparte y añadirlas en el momento de servir o si lo vas a guardar o llevarlo en la fiambrera. Recuerda que la patata no congela bien.
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