Salsa brava

En 1960, en un bar Madrid, se inventa esta popular salsa para acompañar unas patatas fritas en dados.
Es una salsa muy sencilla, siempre que se maneje bien el pimentón.
Por supuesto, con pimentón de La Vera, a ser posible, del año.
Pese a que algunos insisten en llamar salsa brava a una salsa de tomate con tabasco o a una salsa arrabiatta, no lo es. No lleva tomate. El color rojo se lo da el pimentón de La Vera.




Ingredientes para unos 300 ml.
1 diente de ajo de Aceuchal
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra Molero Maza.
2 cucharadas de pimentón de La Vera dulce.
2 de pimentón de La Vera picante.
1 dl de vino blanco
2 dl de fondo blanco de carne o caldo de ave. Un caldo de carne, oscuro, te dará demasiado color y matará el rojo del pimentón.
1 cda. de harina de maíz para espesar, si es necesario.
Sal fina.

Elaboración:
Pon a calentar una sartén con aceite de oliva.
Dora los ajos "en camisa", ahí, de señoritos... Esto es que se dejan con piel. Les das un golpe para romperlos y ya.
Cuando estén bien dorados, sin que se quemen (que amarga), retíralos.
Diluye los pimentones en el vino y añádelos al aceite. Remueve con las varillas, dejando que cueza y añade poco a poco el caldo, sin parar de remover.
Deja que se cocine 5 minutos, emulsionando con las varillas y retira. 

*La proporción de pimentones puedes variarla a tu gusto, depende de lo picante que quieras que esté.
*Al diluir el pimentón en un líquido antes de incorporarlo, evitas que se queme y mantiene su sabor y color.
*Si ves que te queda muy líquida, puedes espesarla con un roux de harina de maíz y algo de caldo. Lo preparas aparte, lo añades y remueves un minuto cociendo.

Ya tienes tu salsa brava. Te aguantará varios días en en frigorífico y admite congelación. En ese caso tendrás que regenerarla dándole cuerpo con las varillas.


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