Huevos a la florentina (1)

¡Qué poca verdurita comemos! ¡una lástima!
Estaré siempre de acuerdo con quien me diga que unas espinacas hervidas no son bonitas.... solo he visto algo más feo, un pimiento verde asado; pero son alimentos que debemos consumir.
La espinaca es rica entre otros en ácido fólico, este ácido es muy necesario para las mujeres, sobre todo durante los primeros meses de embarazo, para prevenir la espina bifida. A parte de que el médico te mande pastillas de ácido fólico, un refuerzo natural nunca está de más. Además es uno de esos maravillosos alimentos que poseen propiedades de prevención e inhibición de la aparición del cáncer. Tiene propiedades antioxidantes, por lo que su consumo te ayuda a mantenerte joven... sobre esto, tengo una amiga que dice que tienen propiedades "antidisturbios" porque previenen los "radicales" libres. son muy ricas en fibra y en hierro, mejora el aparato circulatorio gracias a sus propiedades "anti-colesterol" Por último, por no enrollarme demasiado, para las dietas de eliminación de líquidos son estupendas porque tienen propiedades diuréticas.

Vamos a preparar un plato delicado. Rico y  beneficioso, que vamos a acompañar de la proteína del huevo para completarlo.

Ingredientes: 
4 huevos
500 gr de espinacas congeladas, de las que vienen en bolitas ya picadas.
200 ml de nata para cocinar (que sea de este tipo es importante)
Sal (opcional)
Pimienta negra molida
Aceite de oliva virgen extra
1/2 cebolla
2 dientes de ajo

Preparación:
En una sartén de la que tengas una tapa que le valga, cubre el fondo de aceite, y pon al fuego fuerte. Añade la cebolla y el ajo picados en brunoise,cuando empiece a tomar color añade las espinacas sin descongelar y las salteas hasta que estén descongeladas más un par de minutos. Salpimenta, agrega la nata y remueve, baja el fuego a medio y deja que se haga suavemente cinco minutos removiendo de vez en cuando. Casca los huevos y distribúyelos por encima de la crema de espinacas. Cubre la sartén con la tapa y apaga el fuego si es vitro para aprovechar el calor residual, si no déjalo al mínimo, hasta que estén blancos los huevos. Retira del fuego.

¡Anda! ¿y como saco los huevos de aquí?

Sin miedo. Los huevos debes haberlos puesto repartidos de forma que haya espacio entre ellos, más o menos. Coge la espumadera y métela por debajo de cada huevo. Coloca un huevo en cada plato, si es con crema mejor, toda la que puedas. Lo importante es que el huevo salga lo más entero posible. Completa el plato con crema de espinacas alrededor del huevo. Menea un poquito el plato para que se asiente la crema y a servir. Puedes adornarlo con un poquito de pimentón por encima, el rojo contrasta muy bien.

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