Hummus

La legumbre es algo que no debe faltar en la dieta mediterránea, de hecho, los grandes restaurantes empiezan a mirar la legumbre como la gran olvidada y a incluirla en sus cartas.
A pesar de la innovación a la que pueda someterse, la cocina tradicional tiene muchas posibilidades. Saliendo de nuestras fronteras (o no) podemos encontrar un picoteo, guarnición o, incluso, plato principal en el Hummus.
De la cocina árabe es uno de los platos que más aprecio tiene en España por lo que nos gusta el mojeteo. Comerse el hummus con pan tostado, nachos, palitos de pan... es empezar y no parar.
El secreto de un buen hummus está en el equilibrio de sabores. 
Hummus es una palabra árabe (الحمص) que significa garbanzo, precisamente. Por tanto, cuando oigas o leas hummus de castañas, lentejas o cualquier otra cosa, puedes afirmar que es una incongruencia y una aberración. Por tanto, obviando que los garbanzos estarán presentes si o si, el equilibrio de sabores te los darán el resto de ingredientes.
Tradicionalmente se emplea tahini (الطحينة) tostado, que no es otra cosa que semillas de sésamo tostadas y molidas con un poco de agua o aceite y sal, formando una pasta. Al estar tostada la semilla, el sabor es fuerte, por tanto, si te gusta suave debes tener precaución con la cantidad que emplees. Todas las cantidades que te voy a dar, son orientativas, ya que si se trata de la primera vez que vas a prepararlo, decirte "al gusto" no te va a ayudar demasiado.
La preparación del tahini la haré en otra entrada, también puedes suprimir esta pasta o prepararla con sésamo crudo, yo, personalmente, mezclo semilla cruda y tostada.
El resto de ingredientes no llevan preparación: ajo, sal, zumo de limón, agua, pimentón, perejil...
Eso en la receta tradicional, pero la imaginación es libre y, una vez que tengas cogido el toque, le podrás añadir cualquier otro sabor: anchoas, aceitunas negras, mejillones, pepino...
Los garbanzos puedes comprarlos cocidos o cocerlos. Para cocerlos, como es habitual, déjalos en remojo de víspera y cuécelos en la olla rápida 30 minutos. Sin nada de nada, solo los garbanzos y agua. Escurre y reserva. Interesa que no estén calientes.

Ingredientes:

300 gramos de garbanzos cocidos
2 cucharadas de tahini
zumo de medio limón
2 dientes de ajo de Aceuchal
Pimentón de La Vera
Perejil
Agua

Preparación:
Si usas garbanzos de bote, debes lavarlos para eliminar conservantes y sabores extraños. 
Pon los garbanzos en el vaso de la batidora o de la picadora, añade el tahini, el zumo de limón, los dientes de ajo pelados y medio vaso de agua.
Muele todo hasta obtener una pasta suave. Si queda muy espesa, añade más agua.
Prueba de sabor y añade sal si te apetece. También puedes poner más ajo o más limón. En ese caso, bate de nuevo.
Sirve en un plato o en un cuenco y acompáñalo de nachos, tostadas, palitos de pan...
Adorna con pimentón de la Vera y perejil fresco picado.


Otras opciones:
Añade a la mezcla 12 aceitunas cacereñas sin hueso y una cucharada de Pimentón de la Vera.
Puedes darle sabor a anchoa poniendo una, no más, porque te dará un sabor muy fuerte.
Otra opción puede ser ponerle cuatro o cinco mejillones cocidos, unas gambas o langostinos (dos o tres)... Puedes probar con todo lo que se te ocurra.

Comentarios