Hoy toca preparar un plato festivo y económico, a la vez que sano y equilibrado.
Estos tomates rellenos, son plato caliente y se terminan al horno, pero si careces de horno, puedes poner los tomates en el
microondas a potencia media unos 5 minutos y luego gratinar, si tienes grill.
Si no, da igual.
A la hora de elegir los tomates es importante que sean de
los llamados cuarentenos, marmande o de ensalada, que son más planos y grandes,
además son más prietos y aguantarán mejor el calor. Que no estén maduros, más
bien tirando a verdes. Es muy importante que no tengan defectos en la piel.
Ingredientes para 4
personas:
4 tomates grandes y duros, de aproximadamente 300 gramos
cada uno.
400 gramos de hoja de espinaca, puede ser congelada
2 dientes de ajo morado
1 cebolleta mediana
50 gramos de queso rallado Grana Padano o un queso curado
que te guste.
Queso parmesano rallado
Pimienta negra
Azúcar
Sal gorda
Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Lo primero que vas a tener en cuenta es que si no cuentas
con una picadora, lo mejor será que todo lo piques en brunoise muy fina.
Escalda las espinacas en una cazuela amplia con un puñado de
sal gorda, durante cuatro minutos. Escurre bien.
Lava los tomates y corta, con el cuchillo cebollero bien
afilado, la “tapa” del tomate. Resérvala. Con ayuda de la puntilla y un
vaciador o una cucharilla, saca la carne y las semillas, desechando éstas y el
agua del tomate. Reserva también la carne del tomate.
Pela y pica la cebolleta y los dientes de ajo, pon un par de
cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén mediana (unos 24 cm),
calienta a fuego medio fuerte y pocha sin que llegue a dorarse el ajo. Cuando
esté ligeramente pochado, agrega la carne del tomate que habías reservado y las
espinacas escurridas y troceadas. No importa el tamaño del corte, es para poder
saltear bien. Incorpora el queso rallado y una cucharada de azúcar que ayudará
a reducir la acidez del tomate.
Saltea durante un par de minutos y salpimenta.
Escurre el exceso de aceite y pasa el guiso al vaso de la
picadora. Pica muy fino, a punto de crema espesa. Rellena los tomates con esta
pasta y cubre el relleno con queso parmesano o algún otro queso para fundir.
Tapa los tomates, colócalos en unas cazuelas de barro individuales o en una
fuente de horno adecuada.
Pon un chorrito de aceite sobre cada tomate para ayudar a
que se haga y mételos en el horno precalentado a 150 ºC durante 15 minutos, en
la zona media del horno.
*Si le pones más temperatura corres el riesgo de que se
rajen y se desparrame todo. Quedaría comible, pero nada estético. Si te ocurre
esto no lo tires. Vuelve a la picadora, tomate incluido. Pica bien fino y, con
ayuda de un aro de emplatar, monta un timbal con la crema espesa.
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